Tras la investidura de Pere Aragonès, los tres principales partidos independentistas emprendieron su presente andadura. Se repetía la arquitectura de la legislatura anterior. El Ejecutivo parecía esta vez realmente dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proyectar una imagen de coherencia y solidez. Pese a ello, las discrepancias pronto aparecieron. Primero, por la mesa de diálogo, a la que Junts y la CUP, pese a lo pactado con ERC, no han dado tregua. Luego, por la ampliación del aeropuerto de El Prat, contra la que se revolvió ERC y que la CUP siempre desaprobó. El tercer encontronazo (al margen … Continuar llegint
