No hace mucho que hemos dejado atrás los recordatorios y celebraciones por la caída del muro de Berlín, ocurrida en noviembre de 1989. Un muro, quizá haya que recordarlo, que no era de protección o defensa. No para disuadir a intrusos o enemigos, sino para impedir que la gente que vivía en el lado este, millones y millones de personas, pudieran huir de una inmensa prisión. Es decir, de la dictadura soviética y la constelación de países sometidos a su bota. Su construcción en 1961 constituyó una evidencia del fracaso del experimento comunista. Un imperio que levanta una muralla para … Continuar llegint