El Gobierno de Pedro Sánchez vive asediado. Las cloacas del Estado, los medios que se alimentan de ellas, las redes en que la porquería borbotea y la fiereza depredadora de la oposición no parecen tener límite. No hay ni habrá respiro. Tanto es así que bien puede ser que, cuando estas líneas vean la luz, otro escándalo haya golpeado ya los tambaleantes muros del Ejecutivo. Mientras tanto, Catalunya recuerda el 1-O, un día histórico y una gran victoria del independentismo, pese a la violencia policial y la represión judicial. Ha pasado un año desde que casi 2,3 millones de ciudadanos … Continuar llegint