Cuando el ‘president’ Artur Mas convocó las elecciones del 27 de septiembre del 2015 como un plebiscito estrictamente binario sobre la independencia se equivocó. En dos aspectos fundamentales. El primer lugar, al cambiar la reclamación del referéndum por la de independencia. En segundo, al plantear un duelo en que los independentistas estrictos (Junts pel Sí y la CUP) desafiaban a todos los demás. La llamada ‘izquierda alternativa’, y me refiero a sus cuadros dirigentes, no estaba contra la independencia ayer ni lo está hoy. Tampoco a favor. Más aún: las últimas noticias informan de que siguen intentando conjugar una compleja … Continuar llegint