Las cartas y memorandos enviados por Artur Mas a líderes políticos y gobiernos europeos, de los que tuvimos noticia la semana pasada, son una maniobra inteligente. Los envíos se sitúan en el terreno argumental más ventajoso para las posiciones soberanistas, es decir, no en la defensa de una Catalunya independiente, sino en la reclamación del derecho de los catalanes a poder pronunciarse sobre su futuro. A ser preguntados. El Gobierno español, mientras tanto, sigue empeñado en impedir cualquier consulta y se dedica en exclusiva a advertir de los males, reales o inventados, de una separación. Lo hace en los mensajes … Continuar leyendo