Las estelades adornan los balcones, la camiseta cuatribarrada del Barça bate récords de ventas, los actos de afirmación catalanista proliferan en pueblos y ciudades, la cadena humana que se prepara para el Onze de Setembre tiene todo los números para convertirse en un éxito rotundo, etcétera. Más allá o, mejor dicho, más acá de la política institucionalizada, el movimiento popular soberanista no parece desinflarse. Lejos de ofrecer síntoma alguno de que vaya a flaquear o a desaparecer, aparentemente a cada día que pasa se consolida y gana impulso. Se evidencia que se ha producido en la sociedad catalana un cambio … Continuar llegint
