Son diversas las voces catalanas que, ante el impulso soberanista, abogan por cambiar la Constitución. Lo han hecho entidades como Foment y el Cercle d’Economia. Lo siento mucho, pero esas voces cabe interpretarlas, en el mejor de los casos, como un mero y poco imaginativo intento de salirse por la tangente (de ‘fugir d’estudi’) y, en el peor, como una maniobra engañosa. Ambas cosas resultan inaceptables. Porque todas esas voces ocultan algo que saben perfectamente. Y que sabe cualquier ciudadano un poco informado. Esto es: no existe voluntad social ni política en España de dar satisfacción, ni que sea mínimamente, … Continuar llegint