Ada Colau y su gente, ahora con el PSC a bordo, tienen, y no dejan de demostrarlo, una enorme capacidad para la propaganda política. La tenían cuando sólo eran activistas y la tienen ahora. La alcaldesa atesora –además de un innegable carisma personal- un probado instinto y habilidad para llegar a su público a través de las palabras o los gestos adecuados, casi siempre empapados de emotividad. Se puede alegar, con razón, que sólo con palabras y gestos no basta. O que una cosa es el bla, bla, bla –lo que ahora se llama ‘postureo’- y otra infinitamente más compleja … Continuar llegint