«Ni es entendible ni parece muy oportuna», sentenciaba el viernes Soraya Sáenz de Santamaría sobre la abstención de CiU a la abdicación de Juan Carlos I. La decisión de los nacionalistas catalanes ha sentado fatal a los poderes políticos, funcionariales, económicos y mediáticos de Madrid. Ha enojado también, no podía ser de otra manera, a las élites catalanas más pendientes y dependientes del conglomerado que manda en España. Sin embargo, ¿es realmente tan absurda y contraproducente la posición de CiU? Lo primero que hay que tener claro es que eso debe juzgarse no desde el prisma de Sáenz de Santamaría, … Continuar llegint