La más que probable inhabilitación de Quim Torra por negarse a retirar la pancarta de apoyo a los presos está al caer. Es un castigo desproporcionado que tendrá repercusiones que trascienden al presidente de la Generalitat, pues el asunto interferirá en la vida política e institucional catalana en unos momentos muy delicados a causa de la terrible crisis sanitaria y económica. Torra prometió en enero que tras aprobar los presupuestos iba a convocar elecciones. Estaba harto de lo que consideraba deslealtades de ERC. Lo proclamó a los cuatro vientos. Luego, cuando se aprobó el presupuesto, aludió a la grave situación … Continuar leyendo