Debo empezar admitiendo un error de cálculo. Nunca pensé que ni el gobierno del PP, ni Mariano Rajoy en particular, llegaran a alcanzar las actuales cotas de ineficacia y desvergüenza. Por ello, estaba convencido de que el referéndum del 1-O no saldría adelante. Calculaba que, para un estado como España, miembro de la UE, la OTAN y la OSCE, desbaratar una convocatoria de este tipo sería coser y cantar. Más aún porque había sido anunciada con meses de antelación y necesariamente debía apoyarse en la labor de miles de voluntarios, de amateurs con buenas intenciones. Pues resulta que no. Resulta … Continuar leyendo