La victoria de Salvador Illa no ha sido un vuelco, ni tampoco producto de un brusco giro de los acontecimientos. A lo que hemos asistido es a un progresivo deslizamiento de tierras, un cambio a cámara lenta. Algunos atribuirán su éxito al insólito paréntesis de Pedro Sánchez para reflexionar sobre si continuar o dejarlo. Seguramente, Sánchez ha tenido su efecto, pues en Catalunya tiene un público receptivo a sus peripecias. A mí, personalmente, lo que me gustaría resaltar -no lo he visto muy mencionado en ninguna parte- es la dimensión disruptiva del estilo de Salvador Illa, pues el candidato socialista … Continuar leyendo