El discurso de (no) investidura de Rajoy serpenteó durante su primera hora de forma melindrosa, desganada e insípida. Retórica de ‘todo a cien’, lugares comunes, frases hechas. No tomó vigor la prosodia mariana hasta poco después de las cinco de la tarde, la hora de los toros, al encarar el tema catalán. Lo que había sido hasta entonces previsible bla-bla-bla se transmutó en metálica dureza al referirse al «reto más grave» que tiene España. Catalunya ya había sido protagonista del acuerdo para intentar investir a Rajoy firmado con Albert Rivera. En él se instrumentaliza zafiamente el trilingüismo -como hizo el … Continuar llegint