Cabalgaba Feijóo a galope tendido, el corcel hincando con fuerza sus pezuñas. Lo flanqueaban los medios de la derecha y los ultras de las redes sociales. “Esta vez sí”, se decía, mientras imaginaba el desplome de Sánchez. Y espoleaba vivamente al animal. Y le susurraba al oído: “Koldo…,” “Begoña…,” “fiscal general…,” incluso “Errejón…”. Estaba realmente de buen humor, entusiasmado. Diríase que excitado incluso, pues le parecía que los escándalos alrededor de Sánchez esta vez, esta vez sí, iban a acabar con él. El paisaje, con sus árboles, riachuelos y cimas, le saludaba a su paso y era como si la … Continuar llegint