Discurre la campaña, y ya van unos cuantos días, por el sendero de la previsibilidad y el tono grisáceo. Se comprende que a Mas y a CiU les interese mucho dormir el match. Se comprende menos la calma con que aparentemente los socialistas se toman un trance que, si no ocurre algo extraordinario, les conduce al batacazo. Sea como fuere, la cuestión es que parece que las emociones se trasladan a otras latitudes políticas. Decidido a hacer algo contra los pésimos augurios, el domingo Puigcercós lanzaba su particular pedrada contra el estanque, a ver si, gracias al alboroto, pescaba algún … Continuar llegint