Seguramente Salvador Illa abandonó la Ciutadella con el ánimo resignado y un sabor agridulce pegado al paladar. El Parlament le tumbó su medida estrella, el impulso a la construcción de 210.000 pisos para plantar cara a la grave crisis de vivienda que atraviesa Catalunya. Se añadirían a los 50.000 que prometió el año pasado. Los Comuns y ERC -responsables del fiasco del plan de vivienda socialista- se empeñaron, ambos con su estilo y motivos particulares, en resaltar las diferencias que les separan de Illa. Nadie diría que fueron ellos quienes el año pasado le encumbraron a la presidencia de la … Continuar llegint