Lo que une a los matrimonios más que cualquier otra cosa son las hipotecas. Y precisamente las hipotecas han hecho que el divorcio no se haya sustanciado, no se haya producido del todo. El marido, una vez que la esposa, tras muchos avisos, dijo hasta aquí hemos llegado, ha prometido cambiar. Al principio, Pedro Sánchez se hizo el longuis y aparentó no entender los reproches. Mano tendida, repetía, como si fuera medio zombi. Luego, la semana pasada, corrió a que le entrevistaran –en RAC1, en TVE– para reconocer que, efectivamente, como denunciaba Junts per Catalunya, no había cumplido sus promesas … Continuar leyendo
